EMDR

Desde el EMDR podemos trabajar problemas como:


  • TEPT y problemas relacionados con trauma
  • Duelos y pérdidas
  • Violencia y situaciones de abuso
  • Dolor
  • Trastornos alimentarios
  • Ansiedad, fobias y ataques de pánico
  • Abuso de sustancias y adicción
  • Depresión


La Terapia EMDR (Terapia de Desensibilización y Reprocesamietno por Movimientos Oculares ) comienza con un conocimiento exhaustivo de la historia del paciente. El terapeuta ha de ser capaz de entender cuál es el problema y cómo este puede estar relacionado con su historia previa. Muchas veces es necesario comenzar por un proceso de psicoeducación o por dotar al paciente de ciertas herramientas, antes de meternos de lleno en el procesamiento. 

Una vez planteadas las bases del tratamiento, se procede a acceder al recuerdo en sí. Para ello el paciente prestará atención a una imagen asociada con su problema, llevando la atención a la creencia negativa asociada con el mismo y a las emociones y sensaciones corporales que vayan apareciendo. Uno de los ingredientes para procesar son los movimiento oculares y otras formas de estimulación bilateral del cerebro. 

Desde la terapia EMDR se busca que el paciente sea capaz de conectar con el recuerdo de forma breve y controlada, de forma que no sobrepase sus recursos. De esta manera, se logra una desensibilización del recuerdo, consiguiendo que la carga emocional del mismo vaya disminuyendo. Tras esta primera fase, se asocia el mismo recuerdo a la creencia positiva que el paciente haya identificado como relevante y sea más adaptativa para él. 


Tras el tratamiento, la sensación asociada al recuerdo se habrá desbloqueado, dejando de ser un recuerdo perturbador y volviendo a alcanzar la calma.


Puedes encontrar más información sobre la terapia EMDR aquí

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